domingo, 5 de junio de 2011

CIUDAD POSIBLE

EL ARMA SECRETA
ONÉSIMO FLORES

Dice Kasey Kilmes, en este gran artículo publicado en Next American City, que la bicicleta es “el arma secreta del renacimiento urbano”:

“Quienes luchamos por nuestras ciudades, batallamos porque pocos ven los problemas, y más pocos aún entienden las soluciones. Literalmente rebasan el tema, demasiado ocupados para ver, demasiado rápido para comprender.

No puedo detener a un ciudadano promedio y explicarle las complejidades inherentes a la relación entre los usos de suelo y el transporte, ni hacerle ver las maneras en que la densidad es vital para la sustentabilidad urbana, ni mostrarle claramente como los desarrollos inmobiliarios desparramados están construidos sobre arenas movedizas en términos financieros, ni como nuestras autopistas recortan el tejido urbano como si fuesen dagas oxidadas, ni que tan profundamente se enriquecerían nuestras vidas con un compromiso colectivo al urbanismo.

Más allá de ojos vidriosos, seguro me recibirían con enojo. A nadie le gusta que le digan que debe modificar radicalmente su estilo de vida, no importa que tan bien vendas la alternativa.

La bicicleta no necesita ser vendida. Es económica, es divertida, es sexy, y casi todo el mundo ya tiene una en su casa.

Invita a un automovilista a pasear en bicicleta en tu ciudad y terminarás pedaleando con un urbanista al final del día. Ni siquiera las más elocuentes conferencias sobre “ciudades habitables” y sobre diseño urbano sustentable pueden competir con la experiencia que brinda un asiento de bicicleta.

“Esos coches van mucho muy rápido”, dirán casi en susurros.

“¿Cómo se supone que tenemos que atravesar esa autopista?”.

“Wow, ¡mira esa iglesia! No sabía que estaba ahí”.

“No me había caido el veinte que hubiesen tantos lotes baldíos en esta parte de la ciudad”.

“Hey, vamos a detenernos por un refresco en ese café”.

De pronto la calidad de vida no es un concepto abstracto, sino una experiencia. Escala humana, conectividad, eficiencia en los usos del suelo, tejido urbano, calles completas… todos los conceptos, palabrejas y argumentos de urbanista técnico pueden aventarse por la ventana porque quedan sintetizados en un momento de apreciación. Las bicicletas importan porque son un catalizador del entendimiento -una vez que alguien se enamora de la emoción de pedalear, todo lo demás viene por añadidura. Ahora la autopista urbana no es conveniente sino un impedimento. El desarrollo de usos mixtos no es una amenaza a la privacidad, sino una oportunidad para construir comunidad. Y quizás, solo quizás, vivir sin un coche puede dejar de percibirse como una restricción, y comenzar a apreciarse como la puerta hacia una recién encontrada libertad”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario